28 de febrero de 2015

A SOLAS CON UNO MISMO

Hummm nunca me había percatado que si me sentaba un rato a pensar y tenía un teclado al frente, podía tal vez plasmar mis pensamientos, sentimientos, dudas y demás cosas que pasan por mi mente.
Estoy hace un buen tiempo (casi tres meses), sin Facebook, whatsupp, Messenger, skype y ni por lo menos Hotmail. Pensé que no aguantaría que sobre todo el famoso Facebook se habían hecho parte indispensable de mi vida. Los primeros días buscaba la manera de conectarme y en realidad no es difícil encontrar un lugar de acceso, más de un tiempo a esta parte descubrí algo muy bueno e interesante, además de tener tiempo para leer, meditar, orar, hacer ejercicios (que hace mucho tiempo  los había dejado), volvió en mi la capacidad de observar a mi alrededor, de redescubrir la belleza de la naturaleza, de disfrutar el sol que hasta hace poco le huía por miedo al cáncer, de disfrutar de la lluvia, incluso del viento al que siempre tuve temor, de contemplar la luna y ver las estrellas y tratar de descubrir la osa mayor.
Estoy leyendo a Miguel de Cervantes y su gran Quijote, a Taniguchi, a Coelho y a través de ellos a reencontrarme con el gusto por el misterio y la magia, y volver a creer y retomar la búsqueda de lo desconocido, y dejarme llevar por la energía de mi espíritu, de disfrutar la soledad, ¿saben? estoy solo físicamente 22 horas al día, y estoy aprendiendo a disfrutarlo y aprovechar estos momentos; no es malo como lo sentía al principio, es más, es muy bueno, he aprendido a reconocer mi voz, mis pensamientos, mi propio aliento, y espero que en los próximos meses pueda al fin decir por primera vez. HOLA JOSE MIGUEL.  Y haberme encontrado a mí mismo.

Ahora que empezaste ve hasta el final.

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